La carretera (CONTEMPORANEA)

Dos personas, un hombre y su hijo, vagan por un mundo devastado, gris, calcinado, donde ya no hay animales ni plantas de los que alimentarse, y tan solo quedan los despojos de una civilización derruida. No es una novela de acción. Prácticamente no pasa nada. O más bien pasa todo el rato lo mismo.

No se sabe nada de lo que ha ocurrido, se intuye que una catástrofe nuclear. Padre e hijo viajan por la carretera hacia el mar, rebuscando en las casas abandonadas algo que llevarse a la boca, escondiéndose de los grupos de caníbales que acechan en el camino.

En cierta manera es terrorífica. Transmite una angustiosa sensación de desesperanza, una desazón de la que solo puede liberarte la muerte.

La carretera es, en definitiva, una novela cargada de lirismo, despiadada, que hay que saborear despacio, sin esperar grandes aventuras, ni heroicidades, ni intrigas, ni un argumento complicado y lleno de giros. La historia es áspera, lineal, semejante al mundo que describe. Y aun así, engancha. No en vano ha sido best-seller en EEUU y premio Pulitzer.

me gusta el modo en que escribe este autor. El lector tiene que poner de su parte, no te lo da todo masticadito.

Una historia cruda que ahonda en el sentimiento humano. Me resultó interesante de leer y empatizar con los personajes. Personalmente, me gustó bastante.

sinceramente un libro que no fue muy malo pero que terminas olvidando en una semana.