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Me parece muy estupendo y muy genial el relato de este niño más neurótico que Woody Allen. Felicitaciones al autor.

Puntuación: 9.

Este relato te transporta a la mente frenética del personaje principal donde su razonamiento no tiene lógica quizá porque sufre una enfermedad congénita neurológica o porque precisamente su personalidad es así. En tal o cual caso, se hace una lectura caótica debido a los pensamientos caóticos del personaje. Si esto es lo que se pretendía transmitir, lo ha logrado muy bien.

¡Saludos y mucha suerte!

Buenas.

Los cables eléctricos de cada cabeza son un mundo, pero en este caso, parece que nuestro protagonista está mas 'mas pasao que el gallo de la pasión' y que le resulta dificil no prestar atención a cosas tan insignificantes como las palabras. Relato en el que no se aprecian errores salvo los guiones de dialogo.

Puntuación: 5

Saludos.

Relato en el que cuesta un poco adentrarse, pues directamente se nos introduce en la mente neurótico-compulsiva del protagonista, sin tan siquiera una mínima presentación que dé una pista de lo que se nos viene encima. Vaya por delante que soy de la clase de lectores que prefieren que ocurran cosas a ser avasallado con divagaciones, pero si encima son tan turbias como estas, más difícil se me hace la lectura. Y es que el texto queda únicamente como la radiografía de una mente, llegando a su final sin haber avanzado, como en su propio argumento se indica, ni una mísera baldosa.

Hay un compañero de foro que ha comparado la neurosis del protagonista con la de Woody Allen. Estoy casi totalmente de acuerdo con su apreciación, salvo por un importante detalle: el genio de Brooklyn acompaña con humor a todas sus obsesiones, cosa que, desgraciadamente, no ocurre con el niño de esta historia. Y sin ese ingenio no hay forma de ganarse el interés del lector por unas divagaciones tan caóticas.

Bueno, bueno..., pues entre todos me habéis recordado al final una peli de Woody Allen: Historias de Nueva York. Es una peli que se compone de varias historias, creo que tres. En la última un mago consigue hacer desaparecer a la madre de un abogado. La madre es un tostón de cuidado, una mujer muy dominante, insoportable. Cuando parece que ha desaparecido de la faz del mundo, aparece en el cielo, como Dios, dándole más ordenes y avergonzándolo.

Ya ya, no tiene nada que ver, perdona la broma, autor,pero es que al final me he imaginado a la madre que sale en la película diciéndole al niño de tu relato que deje de contar las baldosas.

Bueno, me parece un buen retrato de un niño con algún tipo de trastorno tipo TOC, incluso de varios trastornos. Sus manías, sus angustias están muy bien reflejadas. Se trata sin duda de un niño muy inteligente. Tal vez cuando sea mayor se convierta en un gran escritor de relatos lovecraftianos.

Muy bien. Te doy un 7.

¡Qué tal!

Lo primero, agradecer al autor su participación en el concurso.

Doy una ojeada a los comentarios y veo mentado a Woody Allen por todas partes. Y, sin embargo, este relato me ha recordado más a El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon o a La velocidad de la oscuridad, de Elizabeth Moon, relatos sobre el autismo. D. Woody, neurótico él, hablaba de lo que conocía y, sinceramente, Octavio me ha parecido bastante distinto.

La trama, aunque un tanto confusa (y no por seguir el hilo mental de Octavio), me ha parecido bastante consistente. El aspecto formal, bastante menos, una buena revisión no le haría nada mal al relato, hay demasiadas frases cojas y la puntuación deja que desear.

Un saludo y gracias de nuevo al autor por su relato.

Historia bien construida y con buen oficio literario, aunque su lectura me ha parecido algo confusa y pesada. Moldear una historia con la arcilla de los pensamientos de Octavio es complejo, y el relato se resiente.

¡Suerte al autor!

PUNTUACION: 6

Un relato bastante interesante, creía que iba a ir por un camino similar a Juan Raro de Olaf Stapledon, pero la verdad es que no sé muy bien por donde van los tiros, pero me ha parecido bastante sugerente, me ha metido en un mundo en el que se rompen los esquemas de los mecanismos mentales a los que estamos acostumbrados, sumergiéndome en un universo mental distinto.

Creo que el esfuerzo por tratar de entender este mensaje con la lógica habitual es tarea inútil, hay que entenderlo de otra, posiblemente de una forma que se acerca a alguien que experimente cierto grado de autismo. Y creo que el autor lo ha conseguido. Un experimento literario de lo más interesante, más o menos conseguido, pero en todo caso pienso que se acerca bastante a lo perseguido con el que lo ha escrito.

El mundo de Octavio está bien descrito, la lectura del relato provoca cuando menos cierta inquietud en el lector.

El ritmo es adecuado y no veo fallos importantes en la ortografía.

Animo al autor a continuar esta línea con un relato más largo en el que se estructure mejor el argumento.

Me parece un relato inteligente y muy ingenioso. No sé si trata sobre una persona neurótica o en realidad intenta reflejar la complejidad de la mente infantil, lo que Alison Copnik llamó "El filósofo entre pañales". Sin embargo, no me ha llegado a enganchar, me he perdido con tantas divagaciones y es una pena, con una buena revisión podría dar mucho más de sí.
Nota: 6

Valoración: 5

¡Saludos y gracias por participar!

Adentrarse en la mente de Octavio es todo un galimatias... palabras, rastrillo, berrinche, abuelos, ancianos, baldosas... Ciertamente uno termina confuso, vapuleado y a veces asustado ante ese pensaminto en blanco al que el protagonista no quiere llegar.
Relato curioso a la vez que confuso, tanto como la mente de su personaje.

Mi puntuación: 6

Valoración: 7

¡Qué tal!

Mi puntuación: 5

Saludos

Puntuación 4