ACTUALIDAD LITERARIA. ARTÍCULOS DE PRENSA

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gloin
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Re: ACTUALIDAD LITERARIA. ARTÍCULOS DE PRENSA

Mensaje por gloin »

Diógenes escribió:Yo me voy al baño. Hasta luego.


Estreñidos del mundo... ¡uníos!

Bibliografía:

http://www.frikipedia.es/friki/Marear_la_perdiz

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Diógenes
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Re: ACTUALIDAD LITERARIA. ARTÍCULOS DE PRENSA

Mensaje por Diógenes »

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Carmina
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Re: ACTUALIDAD LITERARIA. ARTÍCULOS DE PRENSA

Mensaje por Carmina »

Hola,

Os dejo el extracto y un enlace a un artículo que he visto en El Confidencial. "Cuando los editores dejan de leer"., dónde se intenta explicar la historia y actualidad de la edición.

"En la batalla por la libertad del libro contra el monopolio editorial, han caído los editores. “Por mucho que queráis afirmar vuestra independencia, vuestra libertad está sometida a los directores financieros y vuestro trabajo como editores depende totalmente de una logística que es, como mucho, la principal fuente de rentabilidad del grupo”. Así se despidió uno de los editores franceses más notables, Hervé de La Martinière, de la empresa editora Hachette, en 2004. Abandonó para ser libre. Dijo.

El aumento del capital de la editorial se hace en nombre de cargas que estrangulan al libro como herramienta de emancipación. Así lo cuenta Thierry Discepolo en La traición de los editores (Trama). Mantener el funcionamiento de grandes grupos editoriales, como Hachette en Francia, desvela que el auténtico problema no es la estructura capitalista de la edición, sino la inflación de libros que son más un producto que una obra, con los que se inundan las librerías cada semana. Hechos rápido para ser leídos rápido. El objetivo: ventas masivas en poco tiempo. En el negocio, la búsqueda de la excelencia literaria –a base de horas de lectura- se ha echado a un lado para darle todas las horas posibles a la producción de una renta infalible. Una tras otra.

Una biografía y un libro de entrevistas a dos referencias de la edición en España –Josep Janés y Jaime Salinas- permiten valorar qué fue del negocio, cuándo cambió y, sobre todo, ¿para qué sirve un editor hoy?

Para pagar lo que se debe

Cuenta Josep Mengual en A dos tintas (Debate), biografía del editor catalán Josep Janés (1913-1959), que a partir de 1948 las autoridades británicas empezaron a “reclamarle con insistencia unos pagos por los derechos de publicación que el editor barcelonés había ido dejando pendientes con la esperanza (¡santa inocencia!) de ser finalmente exonerado”. Santa inocencia…

Este es uno de los motivos por los que el editor que había filtrado al lector español la literatura anglosajona, desplaza su énfasis hacia la literatura española desde los cincuenta. La necesidad convirtió al editor en un cazatalentos de nuevos escritores. En este resurgir Janés no estaba solo, porque Destino lanzaba el Premio Nadal –con gran crédito- y a su primera galardonada, una desconocida de 23 años llamada Carmen Laforet.

A pesar de la motivación por revelar la nueva narrativa, Mengual rescata una cita de 1942, del periódico El español: “Parece que escriban sus obras sin preocuparse de llegar a un público amplio, que no quiere decir un público vulgar, y en muchos casos sus obras carecen de interés humano que las haga universales, porque se reducen a plantear problemas domésticos o edifican creaciones sobre un mundo de tópicos”. Cualquiera podría haber leído la misma reseña sobre jóvenes escritores en un suplemento cultural este fin de semana.

Para mantener (vivo) el negocio

En conferencia de 1955, titulada Aventuras y desventuras de un editor, explicaba Josep Janés los motivos que le habían llevado a crear una nueva manera de publicar en España: “Sobre mis intenciones al lanzarme a editar novelas con aquel lujo inusitado se hicieron toda clase de conjeturas. La explicación era sencillísima y de muy cortos vuelos. Lo confieso a riesgo de decepcionar. En aquella época el papel era escaso, editar resultaba difícil. Con el beneficio de un libro mensual, que era todo lo máximo que podía editar, tenía que vivir. Por consiguiente, tenía que hacer un libro lo más caro posible. El libro ilustrado a dos tintas tenía éxito y tuvo imitadores”.

Y lo cierto es que a los 33 años, y apenas siete después de la guerra civil, Janés transmitía una imagen de triunfador, de éxito empresarial y social “que no podían hacer prever los problemas que debería afrontar”. El interés de Janés por las bellas ediciones, las ediciones suntuosas, lo que comúnmente se conoce como el libro del bibliófilo, se remonta a la preguerra y no dejará nunca su inversión en este tipo de ediciones. La idea era presentar a los autores estética y comercialmente potentes en muy bellas ediciones, en la posguerra.

Para alcanzar la gloria (sin traicionar al lector)

Recuerda Janés, en esa misma conferencia a la que nos referíamos, al que consideraba gran maestro de todos los editores de entonces, Gustavo Gili. Le hablaba de los distintos modos de ser editor. Janés le decía que a su modo de entender existían dos tipos de editor: el industrial y comerciante, “atento sólo a su negocio, y para el cual toda otra consideración no cuenta”. De éste dice que sobrevive, pero “deja muy poca estela”.

Por otro lado, está el editor “con un sentido casi misional de su profesión”. Para éste no cuenta el aspecto comercial de su empresa. “Suele dejar estela, pero no sobrevive”. Así que ambas trayectorias son de corta duración. Janés traza estas dos vías para inventarse la tercera: “Mi aspiración es poner al servicio de este último concepto lo que tiene de sólido y de creador el primero”.

La parte ilustrada del corazoncito comerciante de Janés latía por la colección El Mensaje, cuya ambición era “la de reunir en una colección sobriamente concebida y realizada, un panorama vasto y completo de todo lo fundamental que ha producido el pensamiento humano”. La consideraba como su gran obra, de entre las más de cincuenta colecciones que arrancó en sus múltiples vidas –a cada cual con un nombre peor-.

Para ser un intermediario

Jaime Salinas (1925-2011) reconoce haber sido un lector tardío, que depositaba la responsabilidad de la lectura editorial en sus colaboradores. “Un editor es (o, mejor dicho, era) un intermediario entre el escritor y el lector”. Reduce su papel y sus actuaciones a aquel que “traslada esa escritura a un objeto encuadernado, impreso”. Entre Salinas y Janés –editores con una generación entre medias- hay un fuerte vínculo por el cuidado estético del producto.

En Jaime Salinas. El oficio de editor (Alfaguara), el periodista y también editor Juan Cruz pregunta y persigue a un interlocutor escurridizo y retraído, muy crítico y escéptico con la profesión de la que está jubilado en el momento de la conversación. La responsabilidad cultural de la edición “ha quedado en segundo plano”, “la prioridad es lo comercial” y eso “naturalmente, condiciona el tipo de escritura”. Mal asunto.

Para resistirse a publicar

“Antes, el editor se preocupaba de no perder dinero, pero no se pensaba tanto en hacer fortuna con los libros. Ahora [1998] la edición es una empresa como otra cualquiera”, aseguraba Salinas a Cruz. “El editor de hoy se resiste a publicar un libro que sabe que va a tener una audiencia reducida. Creo que a veces hay que publicar obras que uno sabe que se van a vender muy poco”. Sólo “a veces”.

Salinas, el defensor de los marginales, tenía una curiosa teoría acerca de estas apuestas: “Lo que no se puede es pagar anticipos por libros difíciles, libros obtusos”. Cuenta cómo el autor no contaba en la cadena del beneficio, porque el departamento financiero “mostraba un enorme desprecio por el escritor” y en el momento de pagar, siempre, se hacía antes al impresor, al encuadernador, al papelero “y si quedaba dinero, se pagaba al escritor”.

Para (intentar) crear un catálogo

El hijo del poeta exiliado Pedro Salinas, trabajó con Carlos Barral en Seix Barral, en 1956, para irse con José Ortega Spottorno y con Javier Pradera a la aventura de Alianza (que descubrió a los españoles el libro de bolsillo de calidad), llegó a Alfaguara, más tarde aceptó la Dirección General del Libro y Bibliotecas con el primer gobierno socialista, para regresar a la edición en Aguilar. “Es un oficio que no necesita ni hacer una carrera, ni estudiar nada en ningún sitio, ni tener especiales conocimientos de nada”, explicó.

Un buen editor necesita, según la dilatada experiencia que tuvo Salinas, “conocimiento de lo que es la fabricación de un libro”, “toda la labor de la confección intelectual” y “tener interés en su comercialización y su promoción”. De la lectura, como vemos, no hablaba mucho. Su papel estaba más en la cocina del material seleccionado. Recuerda con especial gusto el lanzamiento de su mayor descubrimiento: Aliocha Coll.

El catálogo es la cara del sello y la ideología del editor. Así lo resume en sus conversaciones Jaime Salinas. Ahí, en el catálogo –otro de los grandes olvidados en la actualidad- es donde el editor “refleja su sensibilidad y su personalidad”. Juan Cruz -editor de Alfaguara en aquella conversación en El Escorial- añade que “el catálogo no está dirigiendo las editoriales”. Otro motivo más para el estrabismo.

Para no olvidar las rencillas

Toda una vida en el mismo negocio da para costurones que no se pueden esconder, aunque no se muestren. Los de Salinas empiezan en Barral, de quien creía que infló su vida más allá de lo real. “Era muy desordenado y también bastante perezoso”, explica a Cruz, que acaba de preguntarle cómo es posible que dejara pasar el manuscrito de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. “Así que creo que más que rechazarlo llegó un momento en que se reclamó repetidas veces y decidió devolverse”. El mal de la falta de lectura.

Si Barral quería cambiar las portadas, él se ponía muy nervioso, “porque generalmente eran cambios arbitrarios, es decir, que Carlos estaba queriendo hacer algo para lo que no estaba preparado”. “Me pregunto si no aprendí más acerca de las cosas que no se deben hacer”.

Fue Salinas quien descubrió para Alianza y para el fetichismo patrio al grandísimo Daniel Gil, que otorgó la imagen de sello a la colección. Algo inédito hasta ese momento. Con Alfaguara tampoco tuvo buen trago. Allí trabajó con otro diseñador de primera: Enric Satué. “Le expliqué mi obsesión por que cada libro tuviera su identidad propia, respetando el formato y esa unidad gráfica”. Fue entonces cuando llegaron a la “ele” invertida, que hoy mantienen las tapas de la editorial de Prisa.

“Los riesgos comerciales eran grandes, pero lo que preocupaba a Alfaguara era hacer libros para ese sector que yo consideraba a punto de desaparecer, el público con vocación de lector”, cuenta Salinas en el libro elegido, curiosamente, para celebrar los primeros fuegos artificiales de su primer medio siglo de vida.

“En Alfaguara se cometió un grave error al cambiar tan precipitadamente las cubiertas. Llegó un momento en que parecía que a algunos miembros de las altas esferas no les gustaban los libros que hacíamos porque les parecían todos el mismo”, señala Salinas al pronunciar una de las mayores esclavitudes del editor en un gran grupo: la mediocridad de sus superiores. "

http://www.elconfidencial.com/cultura/2 ... eer_61013/

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Carmina
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Re: ACTUALIDAD LITERARIA. ARTÍCULOS DE PRENSA

Mensaje por Carmina »

Hola,

Se ha publicado en el diario ABC una interesante entrevista a Isabel Allende, con motivo de la publicación de su último libro, El juego de Ripper - novela negra, que además no es el género habitual de la escritora- , dónde entre otras preguntas le han hecho unas relacionadas con los ebooks y el libro en papel.

Siempre es interesante conocer la opinión de escritores consagrados.

Os dejo el extracto de estas preguntas y respuestas y la url al artículo.

—¿Y qué me dice del e-book?

—Los que aman la lectura siguen teniendo el deseo de leer, ya sea en una pantalla o en un libro. Va a llegar un momento en que el libro va a ser un objeto de coleccionista, de museo.

—Pero el libro en papel no va a desaparecer.

—No va a desaparecer completamente, pero va a ser inaccesible, porque es mucho más barato y más lógico leer en una pantalla. Además, la gente joven le tiene miedo al papel. Los jóvenes no pueden vivir sin mirar la pantalla. Pero la literatura va a seguir existiendo.


http://www.abc.es/cultura/libros/201401 ... 11219.html

Como alguna vez que otra vez ya lo he comentado en el foro, coincido con Isabel, creo que el futuro de los libros en papel será el de ediciones de coleccionistas, casos concretos en que no se puedan digitalizar...

Pienso que, entre otras cosas, el medio ambiente nos lo agradecerá.

Un saludo.
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Diógenes
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Re: ACTUALIDAD LITERARIA. ARTÍCULOS DE PRENSA

Mensaje por Diógenes »

Hola,
mal asunto el que nos plantea Daniel Arjona en este artículo de El Mundo. Es de lo mejorcito que he leído hasta ahora sobre el tema. Bien documentado y vamos que volamos…

Os lo transcribo, como siempre (al final el enlace)

El libro electrónico, al ralentí
La piratería y el apego al papel frenan la expansión del ebook


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Umberto Eco bautizó así uno de sus últimos ensayos: Nada acabará con los libros (Lumen, 2010). Es cierto que en sus páginas Eco argumenta que el libro persistirá independientemente de su formato analógico o digital, pero, según datos recientes e impresiones que se hacen oír cada vez con mayor nitidez en la industria, el título podría hoy ampliarse: Nada acabará con los libros... de papel. En los últimos años, cada inicio de temporada, los medios clamaban que, esta vez sí, llegaba la hora de la popularización del ebook. Sin embargo, hay que aceptar ya que, cercado por la piratería y por un apego al papel mayor del esperado, el libro electrónico se estanca.

En nuestro país, y según datos que acaba de hacer públicos la agencia del ISBN, por cada 200 libros vendidos en las librerías, apenas se venden tres ebooks. Lo que permite extrapolar que la versión digital de un título que alcance los 5.000 ejemplares de ventas en papel sólo despachará 75 ebooks. Si el libro tradicional registró 72.494 ISBNs en 2013, la cifra de libros digitales ascendió a 20.402, sólo 323 registros más que en 2012. Y las ventas digitales son ya irrisorias pues rondan el 5% del total. Los editores lo tienen claro: “en España no se compra libro electrónico”. No se trata de un rasgo nacional. Los datos de EE.UU., país a la vanguardia del ebook, dan fe de que los lectores de papel, contra todo pronóstico, crecen: cuatro puntos el último año. Y siete de cada diez estadounidenses leen al modo tradicional.

Los readers no se venden del todo mal por lo que hay que suponer que, o sus propietarios los usan para leer contenidos piratas o, sencillamente, tras alguna prueba, los dejan metidos en un cajón y regresan a sus libros de papel. Los editores consultados coinciden en que la tableta, y no el reader de tinta electrónica, se ha convertido ya en el principal dispositivo lector.

No ha cambiado nada

¿Por que el libro electrónico no cuaja? Según Paula Corroto, periodista y responsable de contenidos digitales de EnCubierta, la única e-revista española dedicada por completo al ebook, hay varias razones para el estancamiento: “Primero: porque en cuatro años no ha cambiado nada, los precios siguen estando altos. A 9 euros nadie compra un libro digital; segundo, se digitalizan novedades, pero no la backlist (el fondo); tercero, los libros electrónicos deberían incorporar otras funciones, lo que se llama ebook enriquecido, pero aún son un mero trasunto del papel; cuarto, muchas editoriales con títulos sugerentes todavía no han digitalizado su catálogo; y quinto, a todos esto se suma que seguimos en una crisis de consumo”.

La pelota está en el tejado de los editores. Santos Palazzi, director de la división digital del grupo Planeta, no cree que el ebook esté en declive -“¡ni ha alcanzado la mayoría de edad!”-, pero admite que “se está ralentizando”. “La piratería es la principal razón y, para combatirla, los editores trabajamos en tres frentes: digitalizando y poniendo a la venta todo nuestro catálogo, abriéndolo a todas las plataformas de venta y modalidades de lectura y ofreciendo ebooks a precios muy competitivos”. Las ventas digitales suponen el 4% de la facturación de Planeta con excepciones: la novela romántica/erótica, la niña bonita, suma un 27% del total digital. Y Palazzi avanza una esperanza: las descargas legales crecen más en el mercado latinoamericano.

Desde Siruela, Ofelia Grande no participará en ninguna “guerra de soportes” porque, pese a ciertos utopistas, se veía venir que la coexistencia del papel y el digital sería larga. Lo que pide es que “se respeten los derechos de propiedad intelectual”. “Percibimos un crecimiento un poco más lento del de hace unos meses, pero pensamos que el ebook todavía tiene que seguir creciendo tanto por la vía del lector final como por la de las compras institucionales, especialmente las de las bibliotecas públicas”. Grande explica que la facturación digital de Siruela ronda el 5% pero también que “una parte importante se debe a las campañas específicas de promociones temáticas o campañas de precio”.

Las promociones son habituales aquí. Suelen implicar una fuerte reducción del precio de un título durante un sólo día y las promueven gigantes como Amazon. Pero no gustan a todos. Jorge Herralde, editor de Anagrama aclara, tajante, que ellos tienen en su política de precios “no hacer promociones de precio de los ebooks, sino tratarlos de acuerdo a la ley del precio fijo, como el papel. Suponen, por cierto, un 2% del total. La colección digital ZOOM en la que vamos publicando cuentos o pequeños ensayos de nuestros autores a un precio muy bajo tiene un movimiento, digamos, lento (300 copias el más vendido)”.

Herralde prosigue con luces y sombras: “La facturación de las ventas de ebooks del 2013 se ha incrementado alrededor de un 20% respecto a la del 2012, pero siguen siendo cifras muy bajas. También hemos notado que las bibliotecas públicas hacen esfuerzo y nos compran licencias digitales de uso. Pero sí parece que la mayoría de los lectores todavía prefiere el libro en papel. Y noticias recientes del mundo anglosajón, donde el despegue fue muy pujante, indican que ahora parece haberse estancado”.

“Para nosotros el tema es digital y papel; papel y digital. En ningún caso papel o digital”. Habla Patxi Beascoa, director comercial y de márketing (incluye digital) de Penguin Random House. Su facturación digital en España tampoco excede del 5% aunque “existen títulos y especialmente géneros en los que hemos superado el 10%”. ¿El mayor problema? “La piratería sigue siendo el número uno. Yo lo llamo directamente “robo”. En cuanto al presunto parón o declive del formato, no es así. Avanza más lento que en otros mercados (la piratería/robo es en nuestro país mucho mayor que en el resto del mundo), pero el crecimiento es muy importante. En mercados anglosajones es cierto que existe un plateau, un techo, del que el cambio de formato no pasa. Se habla del 40-50%. Estamos bien lejos, pero avanzamos”.

Soportes sólo para leer

Fernando Varela es el coordinador de Lengua de Trapo y se sorprende de que, en un país “con índices tan bajos de lectura como el nuestro”, los gurús vaticinaran “el consumo masivo en unos soportes, los kindles y otros e-readers, que sólo sirven para leer”. “El papel está demostrando tener un nicho estable, basado no solo, aunque también, en razones sentimentales, sino en la funcionalidad indudable del soporte. La oferta en papel sigue siendo mucho más amplia y, parece que al reader le cuesta lograr sus propios lectores”.

Ha tocado todos los palos de una profesión que lleva en los genes y, recientemente, Malcolm Otero Barral inició nueva aventura al fundar el sello Malpaso, que ofrece juntos el libro en papel y su archivo digital por el mismo precio. Desde su experiencia relata: “Lo que pasó es que hubo un optimismo exagerado y muchos quisieron ver (de manera interesada) un cambio brusco en las costumbres de los lectores. Hemos sufrido un bombardeo y recurrentes mensajes apocalípticos con respecto al papel pero no se ha producido el advenimiento de la anunciada revolución digital. El mercado del libro electrónico ha estado inducido por los fabricantes pero falta que sean los lectores de habla hispana los que tiren de la demanda. Durante mucho tiempo va a ser el papel el que lidere el sector.

En Salto de Página comenzaron a mover ediciones digitales de sus libros en 2013. Las impresiones de Pablo Mazo, su editor, no desmienten el estancamiento de un mercado que sólo habría crecido un 3% en el último año. “Hoy parece que la lectura digital, particularmente para el lector literario, vino envuelta en unas expectativas exageradas. Pero también estoy convencido de que los editores, la propia industria, podríamos hacer más de lo que hacemos por el libro digital; pero si tenemos en cuenta el porcentaje que representa en nuestras facturaciones, el margen de beneficio y, en general, el contexto que atraviesa el sector, se entenderá que pocos sellos pueden permitirse hacer de esa tarea una prioridad”.

http://www.elcultural.es/version_papel/ ... al_ralenti

Hasta luego.
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Tamsley
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Re: ACTUALIDAD LITERARIA. ARTÍCULOS DE PRENSA

Mensaje por Tamsley »

Es evidente que las editoriales españolas son la causa de esta desaceleración. No les interesa el libro electrónico supongo que debido a su escasa rentabilidad, de ahí que no se animen ni con promociones ni a fijar precios populares, ni nada que pueda ensombrecer el libro de papel y sus correspondientes 20€ por la novedad de turno. Como en todo, deberán de ser los estadounidenses los que marquen el camino a seguir con nuevos inventos.

O también puede ocurrir que la generación digital —aquellos que nacieron con un ordenador ya en casa— asalte la poltrona de los carcas y empiece a tomar decisiones revolucionarias, sin prejuicios, tomando internet como algo natural, no como una amenaza. En mi trabajo lo veo a diario, niños de tres años manejando el iPad mejor que sus padres. Esos son los que tomarán las medidas más relevantes (y los que pagarán mi pensión, espero).

Saludos
SI TE GUSTA LEER Y VIAJAR, ECHA UN VISTAZO A MI WEB PERSONAL: http://www.luistamsley.com
 
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Carmina
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Re: ACTUALIDAD LITERARIA. ARTÍCULOS DE PRENSA

Mensaje por Carmina »

Hola,

Os dejo este artículo aparecido en El Confidencial acerca del nuevo premio Dos Passos, que en principio parece dirigido a descubrir nuevos talentos literarios.

"Un premio para novelistas nonatos.

Lo único capaz de salvar la credibilidad de los premios literarios de este país es la leyenda. El 6 de enero de 1945 se falló el primer Premio Nadal y fue a parar a una joven de 23 años que residía en Madrid, pero había estudiado en Barcelona. Carmen Laforet había mandado a última hora el manuscrito de la novela Nada. La leyenda dice que el original llegó el día antes de cerrarse el plazo y que la lectura urgente de Ignacio Agustí fue determinante para el resultado del premio, que siete décadas después es sólo una triste aberración de aquella casualidad con la que se fundó. Casualidad, porque había cerrado un acuerdo previo para otorgárselo al reputado escritor y articulista César González-Ruano.

Fundar un premio en el año 2014, con la trayectoria de los galardones impuestos por el sector editorial a sus propios autores o autores ajenos, es algo así como volver a creer en los Reyes Magos. Ayer se presentó el I Premio Dos Passos a la Primera Novela con la intención de volver a hacer creer en la imparcialidad, el crédito y el criterio, sin interferencias, premiando a escritores que todavía no lo son. Escritores nonatos, sean de la edad que sean.

Joan Tarrida apuntó que este premio persigue la profesionalización del autor novel, porque en eso los escritores en España están muy por detrás del resto de Europa
“Sólo deseamos hacer un descubrimiento histórico”, señala Palmira Márquez, directora de la agencia Dos Passos, y habla en plural porque también respaldan el premio el Ámbito Cultural de El Corte Inglés y la editorial Galaxia Gutenberg. Una iniciativa con tres patas en las que la cadena pondrá los 12.000 euros del reconocimiento, la editorial la edición del libro y la agente su representación del vencedor. El límite de envío es el 30 de mayo y la novela ganadora se publicará el 14 de enero.

“Este premio persigue la profesionalización del autor novel, porque en eso los escritores en España están muy por detrás del resto de Europa”, explica Joan Tarrida, director editorial de Galaxia Gutenberg. El escritor Fernando Marías subrayó la importancia de un premio como éste para no sentirse desamparado.

Tarrida apuntó que son buenos tiempos para la autoedición, para publicar por cuenta propia, pero aclaró que con una novela no se crea una carrera profesional. El editor reivindicó su oficio y quiso alejarse de aquellos editores que simplemente reciben el manuscrito, firman el cheque del anticipo y lo mandan a la imprenta. Hay mucho más trabajo y responsabilidades.

Palmira Márquez asegura que el premio quiere hacer un descubrimiento histórico y encontrar una nueva voz que ponga en valor el libro, la lectura y al sector
Y apuesta. La labor del editor se ha limitado a la convención y la seguridad. El autor novel ha desaparecido, sin importar la edad que tenga. “Las grandes editoriales buscan sobre todo la rentabilidad. Es completamente legítimo, por eso no pueden asumir el riesgo de publicar un nuevo autor. El resto podemos hacerlo alguna vez, pero no habitualmente”, reconoció.

Para Palmira Márquez esa tiranía del autor consagrado a veces es quebrantada y recuerda que en 2013 fue el año de éxitos noveles como el de Natalia Sanmartín y Jesús Carrasco. “Son ejemplos que demuestran que no se puede cuestionar al editor. Me da miedo la autoedición. Hay que poner en valor el libro, la lectura y al sector. Este premio quiere poner en valor la profesionalización del sector”, añadió la agente. Para Ramón Pernas, director de Ámbito Cultural de El Corte Inglés, el premio es un “acto de resistencia y heroísmo, por apostar por la calidad”.

¿Será posible un premio con autores que aparecen de la nada, sin padrinos, sin presiones, defendiéndose con la fuerza de su trabajo? “La credibilidad del premio surgirá con el primer premiado”, explica Fernando Marías. El jurado estará compuesto por un mínimo de siete personas y un máximo de once con un único objetivo, dicen, “la pasión de encontrar de verdad una gran voz”. Tarrida aprovechó para mandar un mensajito a las grandes operadoras, que se enriquecen con los contenidos que aprovechan de las industrias culturales. "Hay que buscar un equilibrio: ni ellos pueden ser tan ricos, ni nosotros tan pobres".

http://www.elconfidencial.com/cultura/2 ... tos_92058/


Un saludo.
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Diógenes
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Re: ACTUALIDAD LITERARIA. ARTÍCULOS DE PRENSA

Mensaje por Diógenes »

Buenos días,
voy con un poco de prisa -para variar- y he entrado para decir únicamente que el flamante Premio Dos Passos me parece un insulto a la inteligencia de los lectores. Los premios -ojo, me refiero sólo a los de las editoriales boyantes- son, han sido y serán el polo opuesto a la supuesta "labor desinteresada" de reconocer a los autores. Y así lo demuestra "la terrorífica historia" de todos y cada uno de ellos. Aunque he de reconocer que ante el panorama de las letras actuales, siguen siendo un buen trampolín siempre y cuando cuentes con los "follamigos" apropiados.
Ah…! Y me carcajeo de la imparcialidad del premio estando por medio El -pestilente- Ámbito cultural de El Corte Inglés y la mano negra del Opus Dei en Galaxia. Este asunto me parece una auténtica mierda con flecos.

Ea, ya me he explayado por hoy.
Vuelvo mañana con más.
Agur.
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