CdL 40: El último encuentro [Sándor Márai/1999/Narrativa]

[Saboteadora]

CdL 40: El último encuentro (A gyertyak csonkig egnek) [Sándor Márai/1999/Narrativa dramática-contemporánea-extranjera]


Sinopsis:

La búsqueda de la verdad como fuerza liberadora, como soporte ético imprescindible para sobrellevar el transcurso de una vida, está en el centro de esta novela magistral, que tras permanecer en el olvido durante más de cincuenta años fue rescatada por la prestigiosa editorial italiana Adelphi y se colocó rápidamente en el primer puesto de las listas de libros más vendidos de Italia. La tremenda exactitud de su prosa, apenas atemperada con un barniz de refinada melancolía, unida a la vigencia de sus propuestas morales, sitúa a Sándor Márai entre los grandes escritores europeos de este siglo. Un pequeño castillo de caza en Hungría, al pie de los Cárpatos, donde alguna vez se celebraron elegantes veladas y cuyos salones decorados al estilo francés se llenaban de la música de Chopin, ha cambiado radicalmente de aspecto.

El esplendor de antaño ya no existe, todo anuncia el final de una época. Dos hombres mayores, que de jóvenes habían sido amigos inseparables, se citan a cenar tras cuarenta años sin verse. Uno ha pasado mucho tiempo en Extremo Oriente, el otro, en cambio, ha permanecido en su propiedad. Pero ambos han vivido a la espera de este momento, pues entre ellos se interpone un secreto de una fuerza singular. Todo converge en un duelo sin armas, aunque tal vez mucho más cruel, cuyo punto en común es el recuerdo imborrable de una mujer. La tensión aumenta, línea tras línea, hasta que se hace casi insoportable, pero la prosa continúa, implacable, precisa, fiel reflejo del empeño de los protagonistas por hurgar hasta en lo más recóndito de sus almas, allí donde se encuentran esas verdades cuyo descubrimiento provoca, al mismo tiempo, un insoslayable dolor y un incontenible impulso vital.

Pues este es el libro elegido para el mes de agosto, propuesto por Diógenes A ver si nos hace olvidarnos del calor y los agobios, y se da un debate animado después de su lectura

Saludos ¡y a leer!

P.D.: El título original parece un trabalenguas... xD

[Diógenes]

Buenos y apresurados días...
Pues menos mal que me ha dado por echar un vistazo a la web antes de ponerme a cargar el coche y salir corriendo del mundo...
Me alegro de que haya salido elegido este libro. Aún no he encontrado a nadie que me haya dicho que no le ha gustado. Así que vamos al lío, y a ver qué bonito debate surge...
Si no llego a echar un vistazo al foro antes de salir me hubiese dejado el libro en casa. Ya está en la mochila a buen recaudo. Alehop.
Chao.

[Carmina]

Hola,

¡¡Enhorabuena al troyano de los libros pestiño!!.

Nos vemos comentando

Un saludo.

[Saboteadora]

¡¡Enhorabuena al troyano de los libros pestiño!!.
.

Bueno, esperemos que no sea pestiño del todo ¿no?

[Diógenes]

Amiguitos todos, desde los bonitos paisajes de Cabo de Gata aprovecho para activar el móvil y gritar a los cuatro puntos cardinales que EL ÚLTIMO ENCUENTRO me lo he devorado en 12 horas y es una auténtica maravilla. Con su puntito metafísico apto para todos los públicos. Una gozada. Cuando vuelva a mi caverna escribiré mi insufrible perorata. Creo que el librito va a gustar. Abrazos para todos. Alehop...!

[Diógenes]

Buenos días,
ya en casita os dejo mis impresiones sobre EL ÚLTIMO ENCUENTRO. Siento mucho escribir tanto, pero no puedo evitar ser una especie de cotorra cuando alguna novela me fascina tanto como esta.
[spoiler]En nuestro contexto, presuntamente democrático y supuestamente antidiscriminatorio, el “postureo ideológico” a la hora de identificarse con un autor consagrado antifascista puede ser tachado de oportunismo, y en lo que a mí respecta, no tengo el menor pudor en reconocerlo. Habrá lectores a quienes las referencias biográficas no les digan nada y opten por recavar en una obra concreta y no en la ‘simpatía’ política que manifestase el autor en vida. En mi caso es difícil separar una cosa de la otra. No entiendo la literatura más allá del compromiso y mis lecturas distan de ser asépticas y ajenas al contexto sinérgico que moldea el “significante” de cada obra. Creo que la literatura se impregna de su época y cada época se impregna de sus literaturas. Si esta reciprocidad no existiese, desde mi punto de vista, difícilmente podrían generarse obras universales de la talla de EL ÚLTIMO ENCUENTRO.

La ambientación de la obra resulta a primera vista manida y más propia del drama folletinesco del XIX que de una obra publicada en la década de 1940. Pero nada más lejos de la realidad, porque tras esa fachada de recurrente “decadencia burguesa” (explotada por el cine hasta la saciedad) se esconde un complejo diálogo –más cercano al monólogo- que a mi entender pasa por ser una revisión de una tradición muy arraigada en la literatura del siglo XX como es el enfrentamiento entre dos personajes antagónicos, que en este caso podrían llamarse dicotómicos, ya que Márai elabora escrupulosamente un trasunto deontológico de la lucha de clases, exento de moral y juicios éticos. EL ÚLTIMO ENCUENTRO me ha sugerido la superación de conceptos simples en apariencia pero de una gran complejidad como son la amistad, la venganza, la resignación y, como una gran espada de Damocles, la senectud.

Los personajes de EL ÚLTIMO ENCUENTRO se hacen entrañables desde el primer capítulo. Sin embargo, poco a poco adquieren in crescendo un cariz que fuerza la máquina hasta llevar al lector al terreno de la angustia. El argumento asfixia en el buen sentido de la palabra y, como es mi caso, no he podido abandonar la lectura porque la tensión entre los personajes era tal que necesitaba conocer el desenlace lo antes posible. Pocos autores son capaces de apoderarse de tu voluntad y llevarte al terreno de la mejor novela de intriga, sin ser el caso. Me he sorprendido a mí mismo, porque hacía mucho que no me ocurría algo así. Era una especie de necesidad vital saber qué iba a ocurrir con el protagonista. Y la lucidez del autor me ha dejado impresionado. La resolución de la trama es apoteósica y supera con creces cualquier desenlace empañado de violencia. La disertación filosófica estalla con más fuerza que cualquier arma de fuego.

La música como coerción argumental no tiene parangón. Márai revierte su significado y la convierte en un arma poderosa contra la que el protagonista no puede defenderse. Significa “la fuerza superior” contra la que la voluntad de un hombre “racionalmente belicoso” es incapaz de luchar ni en ningún caso asumir. Y esta “elegancia” del autor a la hora de prescindir de los recursos pertinentes en cualquier enfrentamiento cuerpo a cuerpo sustituyéndolos por un ente idealizado me ha llegado al alma. Recuperar en la trama de esta novela la pugna entre lo apolíneo y lo dionisíaco me lleva a pensar que he tenido en mis manos una obra universal, una revisión, insisto, de conceptos a los que ya nadie presta atención porque hoy día han dejado de ser sugerentes para ser sólo sugeridos. Y es una gozada volver a encontrarse con estos sentimientos innatos a la condición humana.

El alcance sociológico de la obra es abrumador. Voy a prescindir de los spoilers, porque creo que las transcripciones siguientes no dilucidan el argumento original. La obra me ha regalado frases rotundas que me han hecho sentir auténtico vértigo:

“Seguramente imaginabas (no de una manera manifiesta, naturalmente, sino a través de sentimientos confusos) que una persona mimada y amada por el mundo tiene algo de prostituta”

Las referencias a una Europa devastada por el fascismo se intensifican en los últimos capítulos en forma de solipsismos desgarradores que atormentan la psique del protagonista:

“Y de la misma forma que solo las personas del mismo grupo sanguíneo pueden ayudarse en los momentos de peligro, al donar su sangre a alguien que pertenece al mismo grupo, el alma humana sólo puede ayudar a otra alma humana si no es distinta, si sus puntos de vista, sus convicciones y su realidad secreta son parecidos…”

La crítica feroz al belicismo de aquellas personas víctimas de su propia ideología imperialista (nacional-socialista) son constantes en el discurso del protagonista:

“Qué pasiones más estúpidas. Y sin embargo, están vivas en nuestros corazones. ¿Con qué derecho esperamos, pues, otra cosa que un mundo lleno de inconsciencia, de deseos, de pasiones y de agresividad, donde unos jóvenes afilan sus cuchillos contra jóvenes de otras naciones, donde unos desconocidos despellejan a otros desconocidos, donde ya no es válido nada de lo que antes importaba, donde solamente arden las pasiones, y sus llamas se elevan hasta el cielo?... Sí, la venganza.”

El descontento del autor hacia la moral católica impuesta por la tradición también se hace patente en el cénit del diálogo final:

“Cuando exigimos a alguien fidelidad, ¿es acaso nuestro propósito que la otra persona sea feliz? Y si la otra persona no es feliz en su esclavitud de la fidelidad, ¿amamos a la persona a quien se la exigimos? Y si no amamos a esa persona ni la hacemos feliz, ¿tenemos derecho a exigirle fidelidad y sacrificio?”

El determinismo del personaje protagonista adquiere tintes terriblemente dramáticos al final de la obra:

“La vida se vuelve casi interesante cuando ya has aprendido las mentiras de los demás, y empiezas a disfrutar observándolos, viendo que siempre dicen otra cosa de lo que piensan, de lo que quieren de verdad… Sí, un día llega la aceptación de la verdad, y eso significa la vejez y la muerte”.

Y concluyo con, para mí, la mejor frase de la novela y la que mejor define el mensaje del autor:

“Sobrevivir a alguien a quien se quiere tanto como para llegar al homicidio, sobrevivir a alguien por quien nos habríamos dejado matar por amor es uno de los crímenes más misteriosos e incalificables de la vida”.[/spoiler]
Como guinda os dejo el enlace a una magnífica interpretación de la Polonesa Fantasía de Chopin leiv motiv de la novela:

[gloin]

¡Qué tal!

Perdona, Diógenes, he editado tu post para encerrar casi todo el texto en un bloque oculto (hasta el 10 no se puede comentar nada abiertamente para evitar chafar el libro).

Un comentario que no destripa sí hago: es una de esas novelas que me j.d. no poder leer en su idioma original, creo que estoy perdiendo mucho (ya podía escribir en cristiano el Sándor este ).

Saludos

[Diógenes]

Oh...! Perdón por adelantarme a las fechas... Soy un desastre y me pueden los arrebatos...
Gracias Gloin por editar y semiocultar mi despiporrea verbal. No volverá a ocurrir.
Saluditos.
Y leed, leed... que la ocasión lo merece (hasta en húngaro...jajaja)

[gloin]

¡Qué tal!

Aprovecho los últimos momentos antes de mis minivacaciones ( ¡Aleluya! ) de tres días para comentar un poco.

Antes de nada, decir que la novela me ha gustado y, en algunos momentos, ese extenso monólogo me ha parecido absorbente. El final, sin embargo, me ha dejado un tanto perplejo, casi preguntándome si la visita de Konrád no sería una broma de la mente del general (y hablando de generales, éste sí que se había perdido en un laberinto)... reconociendo que[spoiler]reponer el retrato de Krisztina en la galería de la familia, ese devolverlo a la historia propia, es un toque maestro.[/spoiler]
Sin embargo, como comentaba en otro hilo, la novela, para mí, tenía un cierto regusto a “rancio”, a forma superada (quizás querido, trabajada por el autor, ya que armonizaba con la historia): ese interminable e imposible diálogo, imposible si no es en la literatura, con pocas partes narradas que más interrumpen que complementan, me ha parecido un poco "pasado", "datado".

Supongo que será por quién propuso la lectura (por cierto, cenquiu, Diógenes, por la propuesta), pero no he podido recordar a veces otra propuesta reciente, “El malogrado”. Quizás por la forma de monólogo, o falso monólogo, o por la personalidad no demasiado en su quicio de ambos personajes, obsesivos y anclados en un cierto momento pasado.

En fin, mereció la pena.

Saludossssss

[othon_ot]

Hola:
El último encuentro es un libro fácil de leer, cortito, entretenido. El autor nos regala un relato a veces previsible en su trama. Pero lo que realmente epata es cómo la prosa cambia al alimón de los estados de ánimo del narrador. Titubea cuando lo hace el General, duda cuando él duda, acelera cuando se emociona o frena cuando reflexiona, emociona siempre. Parece fácil, pero solo está al alcance de grandes narradores.
Por otra parte, al tratarse de una obra breve y concisa, solo hay que preocuparse de un personaje. Porque, al principio esperamos más de los otros personajes, del amigo, de la esposa, del padre o de Nini. Pero el autor no hace concesiones y sólo intervienen cuando quiere el General (mejor aún el Capitán General Márai). Aún así, fijaos en como se crea un personaje literario, aunque su importancia en el hilo principal no pase de anécdota o excusa narrativa, porque Sándor da una clase magistral.
Todo un ejercicio de sutileza narrativa donde la historia trillada del triángulo amoroso se dignifica muy lejos de los tópicos, aún estando todos presentes.
También me ha llamado la atención la correspondencia entre cada personaje y su paradigma: conservador el cornudo, aventurera la guiri, osado el menesteroso. Otra vez el tópico presente y otra vez superado con elegancia.

Para dejar de brasearos ya, os diré que soy optimista. Con éste, el de Vian y salvando también a La gárgola, casi, casi salvamos el año. Y aún queda.
Saludos.

[othon_ot]

]En nuestro contexto, presuntamente democrático y supuestamente antidiscriminatorio, el “postureo ideológico” a la hora de identificarse con un autor consagrado antifascista puede ser tachado de oportunismo, y en lo que a mí respecta, no tengo el menor pudor en reconocerlo. Habrá lectores a quienes las referencias biográficas no les digan nada y opten por recavar en una obra concreta y no en la ‘simpatía’ política que manifestase el autor en vida. En mi caso es difícil separar una cosa de la otra. No entiendo la literatura más allá del compromiso y mis lecturas distan de ser asépticas y ajenas al contexto sinérgico que moldea el “significante” de cada obra. Creo que la literatura se impregna de su época y cada época se impregna de sus literaturas. Si esta reciprocidad no existiese, desde mi punto de vista, difícilmente podrían generarse obras universales de la talla de EL ÚLTIMO ENCUENTRO.

El posicionamiento de los autores a veces varía en una época u otra de su vida. Pero dejando de lado casos de vaivén, en general, leer una obra ponderando en demasía una posición política de su autor nos aboca irremediablemente al prejuicio. Y como corolario de tu tesis, estimado Diógenes, solo sería admisible como valiosa la literatura escrita desde una posición ética y responsable (o como tú dices comprometida), lo cual es a todas luces discutible.
Por otra parte, la política y la historia son consustanciales a la vida de las personas, también a la de los personajes, no puede ser de otra manera. Pero ésta no es una obra en clave política, ni remotamente, sino que es una gran obra que añade la política como otra dimensión más de la complejidad humana; y la historia como el contexto vital de la basca que aparece, otro rasgo descriptivo más.
Saludos.

[Urania]

Hola!!
Soy nueva en esto y me ha encantado este foro!! Este libro me parece estupendo, ¡que casualidad!, acabo de leer dos libros de Sándor Márai y me han encantado así que encontrarme con esta propuesta me ha parecido genial!!
Primero me leí Divorcio en Buda y me encantó así que me hice con 4 más! Y uno de ellos es este así que perfecto!!

Os iré contando.....

[gloin]

¡Qué tal!

Hola!!
Soy nueva en esto y me ha encantado este foro!! Este libro me parece estupendo, ¡que casualidad!, acabo de leer dos libros de Sándor Márai y me han encantado así que encontrarme con esta propuesta me ha parecido genial!!
Primero me leí Divorcio en Buda y me encantó así que me hice con 4 más! Y uno de ellos es este así que perfecto!!

Os iré contando.....

¡Bienvenid@ Urania! Pues nada, nada, esperamos (con la calma que da la canícula) tus impresiones.

Saludosssss

[xabi1990]

Hola, gente!!!

Ando de vacaciones, casi sin conexión y no he podido atacar este libro. Siento perderme esta edición del Club, pero volveré con ganas renovadas al del próximo mes.
Es que a partir del día 15 estoy comprometido en otro libro de otro Club y no vuelvo a estar "online" hasta el 19 que acabo las vacaciones.

Si me da tiempo atacoa Marai cuando me acabe el otro, aunque creo que voy a ir justillo de tiempo.

Saludos

[Carmina]

Hola,

Ya que he acabado de leer el anterior libro puedo hincarle el diente a éste, y la verdad es que tengo ganas porque los comentarios son estupendos.


Un saludo.