En Inglaterra, las ventas de ereaders se desaceleran y las d

[Vainaimoinen]

Un estudio de Mintel publicado en el Reino Unido ha demostrado algunos datos que intuitivamente sabíamos todos los que leíamos en un ereader. La investigación revela que uno de cada cuatro consumidores (el 26%) que han adquirido un lector de libros digitales en el último año, dicen que leen más que antes. Porque los ebooks cuestan menos que los libros de bolsillo.

 

Esta cifra se eleva hasta el 38% en el segmento de edad de 16-24 años.

 

El factor precio influye en el cambio de hábitos más de lo pensado. Tres de cada diez consumidores el (31%) dicen que prefieren los libros de papel frente a los digitales pero compran estos porque cuestan menos.

 

Un 23% de los lectores, piensan que los libros impresos cuestan demasiado, pero sólo el 16% siente lo mismo acerca de los ebooks.

 

Un 21% de los lectores británicos ha comprado un libro digital de ficción en el último año, pero este boom parece estar nivelándose ya que esto marca un leve crecimiento de 1 punto percentual respecto a 2013. Sin embargo, esto representa un aumento del 15% respecto a los compradores de ebooks de ciencia ficción de 2012.

 

Las ventas de ebooks, siguen creciendo en 2014 probablemente hasta los 340 millones de libras (429,8 millones de €) un aumento del 12% respecto a 2013 año en el que se vendieron ebooks por 300 millones de libras (379 millones de €). En principio esto supone una desaceleración en el incremento de ventas en relación a años pasados en el que el crecimiento fue mayor, por ejemplo el año pasado creció el volumen un 38% con respecto a 2012.

 

Por otro lado las ventas de libros de papel se mantendrán en 1,4 millones de libras en 2014 el mismo valor prácticamente que el año pasado.

 

Samuel Gee, Técnico y analista de medios, dijo: "Mientras que los ereaders han provocado aparentemente el interés del consumidor por la lectura, puede ser que las ventas de lectores de libros digitales hayan llegado a su cenit y ahora empiezan a decaer. Con las tabletas cada vez más asequibles y multifuncionales con mayor difusión en el mercado, los dos beneficios reales de los e-readers - mayor duración de la batería y una pantalla de papel electrónico legible bajo la luz solar - no parecen ser suficientes para mantener el interés. Sin embargo, nuestra investigación muestra un importante potencial para el comercio en la atracción de los consumidores existente en cuanto a la compra de libros digitales, incluyendo el potencial de los servicios de suscripción que se mantiene independientemente del formato elegido para la lectura."

 

Al día de hoy, el 31% de los ingleses poseen un ereader, frente al 21% del 2012, pero por debajo del 35% en abril de 2014.

 

Los lectores del Reino Unido, no han limpiado sus estantes de libros de papel, a pesar del boom de los ereaders. Más de un tercio (el 36%) compran las ediciones impresas y digitales de los libros y el 42% dicen que ellos siempre van a comprar la versión más barata del libro sin importar el formato que le da soporte.

 

Esto se refuerza con la respuesta que han dado los consumidores que poseen un ereader de los que el 70% (7 de cada 10) confiesan que han comprado un libro impreso de bolsillo en el último año.

 

 En contraste, sólo el 30% de los compradores de libros impresos también han comprado libros digitales.

 

Ambos valores constituyen una disminución de 5 puntos porcentuales respecto al año anterior, lo que sugiere una estabilización en el cambio de los consumidores entre los formatos.

 

"Junto con la caída de las compras de lectores electrónicos, el descenso de los usuarios que cruzan los formatos sugiere que el mercado está empezando a estabilizarse una vez más. 

 

Esto posiblemente indica que hay un menor número de clientes que están expuestos a los ereaders por primera vez, por eso disminuye la experimentación con los formatos (digitales e impresos) continuó afirmando Samuel Gee

 

Además, parece que hay muchos consumidores que consideran a un lector de libros digitales como un accesorio de vacaciones. Más de un tercio (el 36%) de los compradores del Reino Unido dicen que generalmente leen libros impresos, pero compran libros digitales durante un viaje o en vacaciones.

 

Esto representa un riesgo para los libreros porque al trasladarse a los ebooks en vacaciones podría haber una falta de retorno al mercado de impresión, después de haber invertido en un ereader y también se puede iniciar una colección digital de libros.

 

Las librerías tendrían que contemplar la posibilidad de contrarrestar esto con un plan de préstamos de ereaders para los consumidores que se van de vacaciones. Dijo el analista de mercados.

 

La investigación, además, muestra que hay una brecha entre géneros, hay una clara distinción entre los hábitos lectores masculinos y femeninos. Mientras que la gran mayoría (el 86%) de las mujeres han leído un libro en el último año, sólo tres cuartas partes (el 74% ) de los hombres han hecho lo mismo. Además las mujeres tienen más probabilidades de haber leído un libro, tanto en impresión o en versión digital y son también más propensas a favorecer la ficción. Casi dos tercios (el 63%) de las mujeres se han comprado un libro de ficción en los últimos 12 meses, frente al 48% de los hombres.

 

En general, un tercio (el 32%) de los británicos no han comprado un libro en el último año y parece que la razón más común es que ellos no están interesados ​​en la lectura. De hecho, un tercio (el 34%) de los británicos no han comprado un libro en el último año , simplemente no están interesados ​​en la lectura de libros, llegando en el caso de los hombres al 42%. Por otro lado, uno de cada cinco (21%) dicen que no tienen tiempo para leer libros y el 12% dicen que no pueden darse el lujo de comprarlos.

 

Este interesante estudio, aunque está focalizado a las islas británicas creemos que es bastante revelador de lo que está pasando en el mercado en general.

 

Creo que abunda en lo que hemos dicho hace unos días la desaceleración de la venta de ereaders es evidente y la de ebooks aunque sigue creciendo, está empezando a enfrentarse a la resistencia de un mercado tradicionalmente acostumbrado a los libros de papel.

 

Es muy probable que veamos como los dos mercados conviven en paralelo durante unos cuantos años todavía, hasta que llegue un momento en el que las ediciones impresas dejen de ser rentables por sus costes, y en ese momento se dará un vuelco rápido a la distribución editorial, pero ese momento parece que tardará todavía en llegar.

 

Por otro lado, también se observa la desaceleración de la venta de ereaders, probablemente porque mientras esta tecnología sigue prácticamente estancada desde el principio, aunque se han dado mejoras evidentes como el aumento de resolución, la pantalla retroiluminada y la velocidad de refresco, prácticamente no ha evolucionado, todavía no se puede reproducir vídeo ni color y ahí es donde están los talones de Aquiles de la tinta electrónica. Si a esto le sumamos que las tablets han bajado sus precios hasta poder competir —y en algunos casos ventajosamente— con los ereaders y que han aumentado su autonomía de carga y su calidad de pantalla, es normal que nos encontremos con una desaceleración en las ventas y seguramente en una disminución de aquí a muy poco, si es que no se está dando ya. La salida de la tinta electrónica a color puede cambiar este panorama, pero todavía está por ver si las grandes compañías se van a arriesgar a matar un segmento de comercio que le está dando ahora mismo beneficios multimillonarios.

 

Otro tema es el de contenidos digitales, en el que el comercio sigue su ascenso poco a poco aunque se desacelere. Esto lo vio muy bien Google desde el principio, el director de Google Books España, Luis Collado nos lo decía hace cinco años: “Lo que importa es el contenido, no el soporte” haciendo referencia a que lo importante es que un ebook se pueda leer en cualquier soporte, y que sea el usuario el que elija el medio, ya sea el ordenador, la tablet, el móvil o el ereader. Pues parece que llevaba razón. 

 

Fuente:  Mintel

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