Las ventas de ereaders en 2013 siguieron creciendo pese a la saturación del mercado y al boom de ventas de tablets.

En 2013 se vendieron 755.800 ereaders en España, lo que en principio podría parecer una cifra optimista, si se analiza con rigor y comparando con otros periodos de tiempo, comprobamos que el crecimiento en las ventas, se ha moderado bastante en relación a los últimos dos años.

En 2011 se vendieron 356.901 dispositivos, en 2012, 699.318 ereaders duplicando prácticamente los del año anterior, sin embargo este año se ha llegado a los 755.800 aparatos tan solo un 8% de incremento, claramente inferior a los escandalosos porcentajes de los años anteriores.

 “El crecimiento de venta de e-readers se ha ralentizado en 2013.  Y estimamos una caída de las ventas de estos dispositivos en 2014, respecto al ejercicio anterior”, vaticina Clara Canales, Product Manager IT, de GfK España, consultora que ha facilitado estos datos de mercado a TecnoXplora.

Hace tres años, los consumidores españoles se colocaban a España como el segundo país europeo que más dispositivos de tinta electrónica compraba, y se daba una curiosa paradoja. Se vendían más ereaders que ebooks. ¿Paradoja? Bueno llamémosle así, el precio de los libros digitales favoreció la piratería hasta unos extremos que empezaron a ser peligrosos para la industria editorial, pero parece que se ha reaccionado y se han empezado a bajar los precios de los ebooks y a facilitar la lectura tipo spotify, con plataformas como Núbico y 24S.

El famoso boom, tan esperado desde el año 2010, en realidad se ha repartido entre el 2011, 2012 y 2013. La cifra de más de 1.800.000 aparatos en el mercado, no es tan despreciable, sobre todo si tenemos en cuenta que un ereader sólo vale para leer prácticamente.

Posiblemente para este año 2014 caigan las ventas, pero es que si siguieran aumentando al ritmo que lo han hecho estos años, creo realmente que habría que felicitarnos porque sólo con mantener la misma cifra de ventas a finales de año habría 2.500.000 ereaders en el mercado, lo cual supondría que habría un 5,2% de aficionados avanzados a la lectura en nuestro país.

No es un mal porcentaje, ya que serían personas que estarían leyendo libros continuamente o por lo menos con bastante frecuencia, que es lo que le suele pasar al dueño de un ereader.

Quedan preguntas en el aire que todavía no tienen respuesta, por ejemplo: ¿Cuál es el límite temporal de obsolescencia de los ereaders? Salvo roturas de pantalla, que parece que han ido disminuyendo con el tiempo, el uso de estos aparatos sencillos, con un hardware nada complicado, puede prolongarse durante años. Yo tengo uno desde hace 5 y funciona perfectamente. Otra pregunta es: ¿Las mejoras técnicas que se vayan incorporando incentivaran de forma suficiente a los poseedores de un ereader para sustituir a su viejo aparato? Quitando los forofos de la tinta electrónica, no creemos que esto suceda. Curiosamente los consumidores acaban cogiendo una querencia por los lectores de libros digitales muy similar a los libros de papel. No cabe duda de que estamos llegando al límite de saturación del mercado, y que posiblemente en este y el próximo año, se establezcan los límites del nicho de mercado que suponen estos aparatos, pero tampoco hay que descartar que por fin alguna multinacional se atreva de verdad a invertir en la tinta electrónica a color, y se cambien las tornas y se empiecen a vender más ereaders que Tablets. Esto enfrentaría a multinacionales como Amazon, Kobo y Barnes & Noble  a la misma problemática que tienen con los libros de papel y los digitales. La contradicción se plantea en que si apoyan a los digitales frente a los impresos, se están haciendo la competencia a sí mismos, y no tienen la seguridad de que sigan ganando el mismo dinero que con los libros de papel.

Si se vendieran más ereaders de tinta electrónica a color, se dejarían de vender Tablets con pantallas retroiluminadas de LEDs o TFT y se tendría que tener la certeza de que la nueva tecnología se va a implantar como las Tablets.

La respuesta a todo esto, no creo que se demore más de tres o cuatro años, la tecnología está ya inventada, sólo hace falta la voluntad de quien tiene los medios para comercializarla de manera seria.

Fuente: Radio Onda Cero